Humedales de las Islas de España

Restos de un antiguo gran humedal de aguas permanentes desecado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Está incluida en el Inventario balear de Zonas Húmedas con el código (MAZH30 Sa Porrassa). Se estima que ocupaba unas 84 ha, de las que quedan unas 13 ha con interés biológico. Originalmente, estaba rodeada de campos de cultivo y separada del mar por un cordón dunar. Con el inicio del turismo de masas, en los años 50 se comienza a urbanizar la barra costera. Los vertidos de material generado por las obras y excavaciones se vierten a la zona húmeda, que va siendo colmatada progresivamente. Posteriormente, a finales de los años 60, la zona húmeda se convirtió en unas salinas, que fueron abandonadas en pocos, al no obtenerse los resultados previstos en la explotación de sal. En los años 70, se acelera la transformación del núcleo turístico de Magaluf, con apertura de viales y más excavaciones que se iban depositando en la zona húmeda, con el fin añadido de ir ganando espacio y destruir el foco de aguas estancadas, con mosquitos y sin valor económico. En 1982 se califica como suelo urbano. Se proyecta la “Marina de Magaluf”, para convertir la zona antiguamente ocupada por el húmeda en un puerto deportivo interior. Por fortuna, no se llega a desarrollar y a principios de los años 90 se identifican cinco especies de Limoniums endémicos de este lugar, lo que obliga a tenerlas en cuenta en cualquier proyecto de desarrollo urbanístico así como a recuperar los humedales existentes en 1985 (protegidos por la Ley de Aguas). Un plan de recuperación de estas especies endémicas obliga a su conservación y a hacer compatible el desarrollo urbanístico en la zona. Finalmente, tras varios proyectos rechazados por las autoridades ambientales e hidrológicas, se aprobó en 2013 un proyecto de urbanización que incluyó un nuevo humedal con varias lagunas para la laminación de aguas pluviales y en el que se han redistribuido las parcelas para poder incluir como espacio libre público las de presencia de los Limonium endémicos. La ejecución de las obras se inició en 2014. Las lagunas ya están operativas, aunque por la ausencia de manejo se cubren de carrizo (Phragmites australis). En 2009 se ha vallado parte del antiguo Prat de Magaluf donde se concentran dos de los Limonium endémicos y gran parte de las poblaciones de los otros tres. Se han realizado varias campañas de eliminación de residuos y control de especies alóctonas invasoras (Cortaderia, Mioporum, Acacia, etc.), así como herbáceas y competidoras de pinar y garriga. Se han plantado ejemplares de Limonium endémicos y cerca de 500 Tamarix canariensis/arbórea. La zona incluye las siguientes hábitats comunitarios: 1150* Lagunas costeras, 1310 Vegetación anual pionera con Salicornia y otras especies de zonas fangosas o arenosas, 1420 Matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos (Sarcocornetea fruticosi), 1410 Pastizales salinos mediterráneos (Juncetalia maritimi) y 92D0 Galerías y matorrales ribereños termomediterráneos (Nerio-Tamaricetea y Securinegion tinctoriae). Entre las especies de flora, hay que destacar las cinco especies endémicas de Limonium: L. magallufianum, L. boirae, L. ejulabilis, L. inexpectans y L. carvalhoi. Presencia de serpiente de agua (Natrix maura) y ranas (Pelophylax perezi). Diversas especies de aves acuáticas, destacando como reproductoras zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), ánade azulón (Anas platyrhynchos), gallineta de agua (Gallinula chloropus), focha común (Fulica atra), en migración e invernada aparecen porrón común (Anas crecca), agachadiza (Gallinago gallinago), martín pescador (Alcedo atthis), gaviota patiamarilla (Larus michahellis) o garza real (Ardea cinérea) e imperial (Ardea purpurea). También se ha observado calamón (Porphyrio porphyrio). Área Biológica Crítica ‘Prat de Magaluf’ por las cinco especies de Limonium endémicas (12,54 ha) en marzo de 2014. No cuenta figuras de protección de espacios naturales.